11/3/08

Promesas y promesas

Alguna vez en la desgracia
extendiste tu mano para auxiliarme
y pude gozar de tu infinita gracia
pues pude sentir cómo me ayudaste

Me brindaste el perdón que tanto necesitaba,
una ternura que en momentos de dolor suplicaba,
y la protección que tu sola presencia me transmite
eso es todo lo que necesito para seguir firme.

Sin embargo, pronto olvidé lo que me diste
en el placer me regodé sin precaución,
y ahora, de nuevo ser desgraciado, te pido perdón
por no entender lo que me prometiste...

Serías el roble que no cae al pasar el tiempo
la sombra que me cobija por las mañanas...
pero mírame a mi, en las tinieblas envuelto
por no aprovechar el amor que me regalabas.

Arrepentido estoy, y soy sincero;
Sé que no es la primera vez que yerro,
pero sé que tú eres la razón por que vivir
y el motivo que me alivia el existir.

El sufrimiento no será más cruel castigo,
pues te tengo a ti, sin remordimientos
podré pedirte un descanso placentero
y construir mi futuro contigo a mi lado.

2/3/08

Emociones compartidas

Susurraba alegrías a tu oído
pues me brindabas tu cálida ayuda,
y en medio de un abrazo compartido
sentí como si me tranmitieras tu dulzura.

Aunque desconozco del todo tu intención
pues deconfío hasta de mí mismo,
perdona si te ofende mi indiscreción
pero... ¿Por qué eres tan buena conmigo?

Me gusta cuando conversamos en la pradera
y contemplamos juntos el nacer del mediodía,
luego de una suculenta y saludable merienda
confesamos sin dudar lo que cada uno sentía.

Pero no reconozco el sentido de tu risa,
me intimida saber que lo sabes todo de mí...
detengo mi mirada y me pregunto deprisa
¿Qué será lo te motiva a comportarte así?

Después de todo, somos amigos... ¿no es así?
Después de todo, confiamos el uno del otro... ¿verdad?
Yo creo que podríamos ser más que amigos,
pero temo perder esto tan maravilloso que tengo contigo.