23/7/07

A ti... amada mía

Cuando al tratar de tocar tus manos,

brota de mí la desdichada pregunta

¿Has de saber que yo te amo?

Pero tú no me das respuesta alguna.


Quizás no sabes cuanto te deseo,

como un volcán que arde por dentro,

pero mal pareces el magma

que de sólo mirarme me matas.


No entiendo aún por qué tu desprecio

¿Qué hice para merecerlo?

Debe ser que no te fui sincero,

o talvez creerás que no te quiero.


¡Ay de mí! Muero por ti

y no sabes ni siquiera por qué;

si tan sólo mis palabras escucharas,

entenderías del mal que me causa tu desdén.


Sólo pido que al menos tus ojos

vuelvan su mirada hacia mi rostro.

Y déjame así, rendido ante ti…

para saber lo que, realmente, es vivir.

18/7/07

De la vida....y su volatilidad

Duerme ya mi dulce compañera,

que tus sueños revelen el poder divino

del quien te inclinó en éste tu recinto,

que al caer el sol, te deja en libertad.

Ya que naciste junto al hombre,

tú sabes cuánto dolor esconde;

por ello, regresa presurosa a donde

el mismísimo Dios eligió tu nombre.


Todos los seres aquí ya te conocen,

temen por ti, aunque muchos lo nieguen.

Yo presencié el momento que cubren sus sienes

la señal natural de la hora en que boguen


por aquél camino que guarda la luz,

por el sendero celestial que conoce el final

de los amarillos días y del cielo azul

que celosamente conservas hasta volar…


¡No hay derecho que esperes más!

Vuela hacia allá, no vaciles en tu andar.

Descubre el misterio que guarda el paraíso

y que, cálidamente, te revela quien te hizo.

16/7/07

La reflexión de un poeta

Canto mi sentimiento al aire

y vibran mis rimas por la calle,

cuando de repente alguien se acerca

y raudo el silencio gobierna…


¡No cantes más iluso poeta!

¿Acaso no entiendes lo que ocurriría?

Si continúas exhalando tu alegría

te quedarás con la mera tristeza.


Y aunque no supe quién era,

me hizo pensar mucho lo que decía…

¿Será acaso que no puedo reflejar una sonrisa?

Entonces… ¡Qué es lo que me queda!


¡Yo no soy mensajero de dolores!

¿O acaso las lágrimas embellecen los rostros?

Yo me alimento de ver las luces de colores

que emanan de los cálidos ojos.


¡No importa! Ya no importa…

¡Nada se compara con la delicia de la felicidad!

La plenitud del alma que jubilosa reposa

y el recuerdo eterno de mi dulce cantar.

13/7/07

Para comprender más aun la vida

Para sonreír no basta la alegría,

para llorar las lágrimas no son suficientes;

pues existe algo más profundo,

existe ello… que marca la vida.


No es fácil comprender esta suerte

pero lo cierto es que así sucede,

si tan sólo el hombre supiera…

¡Cuánto dejaría de sufrir su existencia!


¡Pero no! Aún no es tiempo,

sólo comprende lo que quiere;

más algún día… despertará el intelecto,

para demostrarle lo que realmente siente.


Será lugar de mucha intriga,

será el fin de la “mala” suerte;

cuando la desdichadas de nuestras mentes

encontrarán remanso a su cruel fatiga.


Y entonces el hombre ha de comprender…

¡Sí! Llegará la gloria eterna,

donde ni el llanto ni la sonrisa

serán más fugaz quimera.