10/4/09

La certeza de no creer más

Son las certezas que nos da la vida
las que luego se desploman ante la cruda realidad
en la doble personalidad que esconde las personas
cuyas voces asemejan el puñal letal.

Nada más increíblemente torturoso que el crujir
del interior de cada uno de nosotros, nuestra alma.
Nada más imcomparablemente doloroso que el partir
del músculo que representa nuestro amor, el corazón.

La confianza que depositas en aquellas personas
se ve envuelta una vez más en la cruel mentira.
Aquell que solo puede vestir la peor hipocresía
en la peor canallada que evocan sus voces temblorosas.

¿Cuánto dolor pueden causar las palabras?
De seguro va variando de acuerdo a la ocasión
Pero, aunque irónico, tengo la certeza:
Sin duda nada comparado a lo que ha ocurrido hoy.

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