14/10/07

En la depresión del existir...

En las mañanas de un frío eterno,
hoy no siento las mismas ansias
que algún día sentí en el alma,
que presto me ofreció el recuerdo.

La ilusión ha huido del rostro.
y con el voló la sonrisa;
hoy no me siento aquel mozo
que alegre vivía deprisa.

Existe pues la advertencia
del triste llanto, muy amargo,
existe el dolor y el quebranto…
¡Qué más que penoso es mi canto!

Porque en el día palidezco en casa,
porque en las tardes mi figura se decae…
bajo la penumbra, mi lucha renace
para revivir sus llamas mañana.

¿Qué será lo que llevo dentro?
Talvez perdí las ganas de vivir,
o acaso dejó de latir por un momento
el corazón que se niega a existir.

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