11/2/08

¿Por qué me brindas la ilusión?

Hoy acudí presuroso a tu llamado
y no miento al decir que al verte
sentí la luz del sol en mi corazón
calar en mi cuerpo y en mi mente.
Al verme me sonreíste y saludaste
pero no estreché un beso en tu mejilla,
preguntaste si llevaba alguna compañía
y cuestionabas el que estuviera hasta tan tarde.
Yo no entendí el por qué de tu conducta,
si al fin y al cabo fuiste tú quien llamó.
Creí que deseabas que estuviera contigo
pero no resultó lo que me pareció.
Me despediste casi de inmediato
con un sutil nos vemos pronto
y entonces resignado me fui de tu lado
dejándome así el corazón roto.
Y la luz que irradiabas al inicio
oscureció hasta convertirse en tinieblas
¿Será acaso que te di algún prejuicio?
Mejor será escuchar lo que piensas...

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